¿Nunca os habeis preguntado cuales son los pequeños placeres cotidianos?
No, hombre, no, que te toque la primitiva no es un pequeño placer, es gordo, y que tu jefe se rompa dos piños contra la puerta, tampoco, eso es un gran placer.
Bien, no nos desviemos, me refiero a cosas como las que paso a describir, que son cotidianas, normales, pero a las que no les damos la mayor importancia en su momento, por ejemplo:
Cuando llegas a casa del trabajo, de una reunión, o lo que sea, te quitas la ropa y (hora llega el pequeño placer) te quitas los calcetines y empiezas a rascarte en la marca que te han dejado las gomillas en los tobillos, JO, no me digais que no.
Y cuando, por ejemplo te estas vistiendo, te vas a poner la chaqueta, la cazadora, el mono, o lo que sea, metemos la mano en uno de los bolsillos y encontramos 20 o 50 Euros, jo, como me gusta eso, (ocurre tan pocas veces).
Otro que me encanta, es, cuando te levantas a las 4 o las 5 de la mañana al servicio y te das cuenta que aun queda un monton para que suene el despertador, con que carita te metes de nuevo en la cama.
Ni que decir tiene cuando te encuentras con aquella persona que en su día te despreció, te miró por encima del hombro, etc. y ahora necesita un favor tuyo. Pagarías lo que fuera por saber que está pensando.
Y para finalizar, y no menos importante, por ser mas intimo y ordinario, el placer que da cuando te llama la madre naturaleza y crees que no llegas. Es indescriptible.
Seguro que existen muchos más, pero para eso, podeis comentarlos vosotros.